Más acá está la siembra/ están los sueños
una infinita colección de rostros
la liturgia del mar y sus arenas
están los fuegos y está la ceniza
las inauguraciones y los ritos
las redes de la vida y la sencilla
la incorruptible muerte/ la de todos
el horizonte/ borde espurio y flaco
frontera del futuro/ nada en cierne
es un enigma manso/ tan hipócrita
que no asume su rango en el espacio
el horizonte es filo inofensivo
y sin embargo hiere desde lejos
las gaviotas lo asumen lo acompañan
y la noche lo cubre como puede
pero su línea nos persigue inmóvil
en la vigilia y en la duermevela
más acá está tu vientre tu espesura
la corteza del árbol que olvidaste
el espasmo imprevisto de los celos
las rondas de tu sangre/ tus indultos
tus muertos y los míos/ la campana
que se queja doliente en su clausura/
tu estilo de vivir o de apagarte
más acá estoy yo mismo/ fanal tenue
que no ilumina ni desvela a nadie
escaso de propuestas y de súplicas
con mi cuerpo vulgar siempre a la espera
de tu cuerpo leal/ ese desnudo
más acá estoy yo mismo/ confundido
como un crédulo espejo sobre el agua
y no reflejo olas sino antorchas
que inventé como un juego y ya no invento
el horizonte mientras tanto vive
de su salitre y sus amaneceres
la ojeada del alba lo despierta
lo introduce flamante en el mercado
de luces de tinieblas y de sombras
el horizonte cesa cuando llueve
velado tras un llanto que no es suyo
o simplemente cuando tu mirada
deja de vislumbrarlo enceguecida
el tiempo en cambio no se esconde/ ocurre/
nos deja turbios y turbados/ pobres/
desengañados de éstas y otras ferias
de otros huecos de dios y otras visiones
la verdad es que todo lo que amamos
todo lo que nos duele y lo que somos
existe más acá del horizonte.
Mario Benedetti
No hay comentarios.:
Publicar un comentario