miércoles

la jornada in fi ni ti va





















despertar
recordar
maldecir
empezar
tratar
conciliar
accionar
decidir
partir
luchar
dialogar
recibir
intercambiar
observar
estudiar
trabajar
sudar
terminar
volver
regresar
entrar
conversar
comer
descansar
ver
leer
escuchar
caminar
bostezar
programar
dormir
soñar
despertar
recordar
maldecir
empezar
tratar
conciliar.....







3 comentarios:

Joaquín Kreimer dijo...

Noe, esta entrada va para vos...

Para que te animes, junto a Alejandro, a comentar lo que quieran comentar...

Y por alimentarme a alimentar el Blog...

Anónimo dijo...

Leo, gracias por la dedicatoria! es verdad, hay que animarse a más. Con tu posteo me di cuenta de cuantas cosas hacemos en un día sin ni siquiera darnos cuenta! Pero ese día no tuviste tiempo de reir!
Y como ya te dije me gustó mucho tu posteo anterior, el de los encuentros que desestructuran las estructuras haciendo imprevisible lo previsible. Son esos los momentos en que se abre una grieta en este mundo gris y monótono! y son personas y frases que te quedan dando vueltas en la cabeza...que te sorprenden y te dejan boquiabierto! brindemos por más de esos encuentros y por que sean más las personas que rompan con la rutina! Te mando un beso grande, nos vemos mañana, y seguí alimentando el blog, somos lectores insaciables!jaja,

La Noe

Anónimo dijo...

Leo, espero que continúes con tus posteos periódicos y, a través de ellos, haciéndonos pasar, a tus fieles lectores, gratos momentos.
La vida mejor no suele ser la más complicada, sino la más sencilla.
A veces soñamos con realizar muchas cosas o cosas de relieve, que nos den importancia y, sin embargo, comúnmente no podremos realizar ni muchas cosas, ni cosas de importancia.
En cambio, día a día podemos realizar pocas y sencillas cosas; y esas pocas y sencillas cosas son las que cambiarán la vida y podrán cambiar la vida de los que nos rodean.
La sencillez suele ser una característica de las obras mejores; en cambio, las grandes obras suelen perder su grandeza, cuando se las complica. El chispazo que ciega no resulta tan útil como la sencilla lámpara, que incesantemente proyecta su débil resplandor.
Un abrazo grande,
Ale