vamos retrocediendo escribiendo
con trompetas que vienen y
se van a las vueltas de una morocha y
de caderas que mueve tan
bienaventurados ellos que deseen poseerla.
Pero sigue dando vuelta por la cintura cósmica de su bocanada de humo gris
dando pitidos por un saxo sexo entre las piernas
y un amigo en Uropa que no tiene nada que ver con lo que hago en otro lugar porque estamos con nosotros mismos mismos
y las espaldas escriben como se diga sin teléfonos.
hay sed saciada piel rascada cuerpos fenomenológicos con faltas y ausencias de ortografías y datos
de un día nublado que no van a dejar escapar
hacia Jularó y los perros y los partidos asados
que bien hacen y hacían
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